Bronceado natural

El sol es indispensable para el equilibrio correcto de nuestro organismo, pero siempre aconsejamos que sea tomado con mucha moderación, a las horas que menos irradiación hay (de 9,30 – 11,30 am. aproximadamente, y a partir de las 5,30 ó 6h de la tarde). Necesitamos el sol para que nuestra piel pueda generar vitamina D y para que los huesos puedan fijar el calcio. Por lo tanto, es aconsejable tomar el sol de forma natural, sin protectores, pero no más de 20 minutos al día y durante esas horas. Existe un estudio que refleja una gran incongruencia: en nuestro país, un alto índice de mujeres tienen carencia de vitamina D por el uso de protectores solares durante la exposición solar. Es un tema muy delicado, porque tomar el sol de forma natural requiere mucha prudencia. No obstante, con estas precauciones, y la ayuda de aceites vegetales y esenciales, nuestra piel y también nuestro cabello, lucirán sanos y bellos.

La importancia de la vitamina D

Se le llama también calciferol o antirraquítica, puesto que su deficiencia provoca raquitismo. Por ello, a los bebés, especialmente los nacidos en invierno, se les suele dar un suplemento de esta provitamina. Es soluble en grasas y se obtiene de dos maneras: mediante su ingestión por alimentos que la contengan, o por transformación del colesterol o ergosterol debido a la exposición a los rayos solares. La vitamina D es la encargada de regular el paso del calcio a los huesos, por eso, cuando falta, éstos empiezan a debilitarse y curvarse con malformaciones irreversibles. Ésta representa un papel importante en el mantenimiento de órganos y sistemas a través de múltiples funciones como la regulación de niveles de calcio y fósforo en sangre, inhibe las secreciones de la hormona paratiroidea, promueve el mejor funcionamiento del hígado y riñón, previene la osteoporosis, incluso, algunas investigaciones apuntan una cierta acción anti-cancerígena.

El uso de cremas protectoras

Desde un punto de vista ecológico, además de holístico y de forma de vida natural, no recomiendo las cremas solares, ni las protectoras ni las activadoras de bronceado. Puede resultar polémico, pero no es incongruente con los principios que rigen nuestra forma de ver la cosmética, la belleza y los tratamientos estéticos con aceites y productos naturales. Además de lo dicho anteriormente sobre los protectores solares, que no dejan que nuestra piel absorba los beneficios del sol, estos productos están contaminando seriamente nuestros litorales. Es una cuestión de consciencia con el entorno. Estamos dejando en el mar, a través de aceites y productos químicos de las cremas que lleva nuestra piel, una cantidad de contaminación que suele no ser contemplada en los medios. Pero que existe. El sol no es malo, es la forma en que lo tomamos. Está recomendado en periodos de convalecencia, en niños, en embarazadas, abuelos, etc. Y en los países nórdicos bien saben de la importancia de tomarlo después de los largos periodos de oscuridad solar para la salud corporal y también mental.

Tratamientos con aceites para un bronceado sano

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos tratar nuestra piel para que luzca bella, elástica y sana con el bronceado. Existen aceites vegetales que tienen factor de protección de forma natural, pero cuidado, son absolutamente insuficientes para la exposición solar. Si queremos tomarlo a “lo natural”, debemos seguir los consejos de más arriba. También, debemos mantener una buena hidratación de nuestra piel, que sólo conseguiremos ingiriendo 1 litro y medio de agua, o más, diarios. Y nos ayudaremos con aceites vegetales, cuya función es proteger el manto hidro-lipídico de la piel, además de aportarle minerales, vitaminas y oligoelementos (sólo a la piel).

El organismo también necesita de estas sales minerales, que puede conseguirlo ingiriendo agua de mar, por ejemplo.

Aproximadamente una semana antes de la exposición solar, tenemos que realizar una buena exfoliación para retirar las pieles muertas y preparar la piel al sol. Existe un macerado fantástico para que nuestra piel tome un tono de bronceado muy bonito. Es el macerado de zanahoria. Sólo tiene un inconveniente, que tiñe de naranja la ropa que uses a continuación. Después de la exfoliación comentada, es importante realizar una aplicación diaria de este macerado, preferiblemente por la noche, porque la piel absorbe mejor y por el tema del tinte, (teñirá toda aquella ropa que te pongas, usa la que no le tengas mucho cariño). La piel tratada de esta forma, cuando se expone al sol, toma un color más dorado y ayuda a alargar el bronceado en el tiempo.

Tratamientos naturales After-sun

Para después de la exposición solar, y de una buena ducha, tenemos el hábito, inducido por la industria cosmética, de usar cremas frescas y fluidas. Aunque vuelva a ser un comentario polémico, decir que la piel no ingiere el agua de las cremas, “se evapora”. Sólo son sensaciones en el momento de su aplicación. Una vez desaparece el agua del producto, en la piel quedan parafinas, siliconas y otros elementos que no dejan respirar la piel. Eso es como comer Fast-food: te sacia, pero no te alimenta. Desde nuestro punto de vista, la cosmética natural, y en concreto los aceites vegetales, sí alimentan tu piel. A pesar de que nuestro cerebro no asume aplicarse un aceite en verano, después de esa ducha post-solar, es altamente recomendable. 

Para ese momento, podemos hacernos un preparado: usando manteca de Karité con cera de Jojoba, añadiendo aceite esencial de Lavanda, Palmarrosa y Árbol de Té. La Lavanda relaja además de que calma y regenera posibles rojeces y quemaduras solares, es antiinflamatoria. La Palmarrosa ayuda a mantener la hidratación, y el Árbol de Té es radioprotector.

Si por cualquier causa, no hemos sido lo suficientemente prudentes como deberíamos, y se ha producido eritema o quemadura solar, deberíamos preparar un macerado de aceite de Hipérico mezclado con Jara Cistus y Lavanda, todos ellos regeneran y calman. Su aplicación en este caso es nocturna debido a que el Macerado de Hipérico es fotosensible. Existen muchas combinaciones de aceites que pueden hacerse, estos dos son ejemplos, y un buen entendido en Aromaterapia puede hacer combinaciones según cada persona y tipo de piel.

Asimismo, podemos tratar nuestro cabello con aceites además de nuestra piel. Un buen preparado para proteger el cabello de la acción solar es realizar una mascarilla con manteca de Karité mezclado con aceite de coco o la cera de Jojoba. Aplicar esta mascarilla antes de la exposición, y ya podemos, no sólo tomar el sol, sino meternos en el mar o la piscina sin miedo de contaminar porque es perfectamente natural además de waterproof. El cabello estará protegido y lucirá más sedoso y brillante.

ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA:

www.expertosenspa.com/el-bronceado-mas-natural-solo-con-aceites-vegetales-y-esenciales-por-yolanda-rico/

 

 

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